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Arquitectos: b720 Fermín Vázquez Arquitectos
- Área: 15218 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Adrià Goula, Oriol Gómez
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Proveedores: Carmave, Cerámica Vilar Álbaro, Cerámica la Coma, Cerámicas Piera, Deltalight, Esse-Ci, Finsa, Fluvia de Simón, JUNG, LAMP, Louis Poulsen, Molto Luce, Nofer, RZB, Roca, SIMES, STN Cerámica, Schindler , Signes, Talleres Inox, +4
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de oficinas se ubica en el barrio del Poblenou dentro del distrito de Sant Martí. La parcela en la que se desarrolla el proyecto formaba parte del conjunto de la antigua fábrica de hilatura de yute de los hermanos Godó, conocida popularmente como “El Cànem”, y que llegó a ocupar hasta tres manzanas enteras del Ensanche estableciéndose como el centro de la vida de la clase obrera de la época. De este legado industrial se conserva la fachada a la calle Doctor Trueta incluida en el Plan de Protección del Patrimonio Arquitectónico Histórico-artístico de Barcelona.
El programa de oficinas se distribuye en tres volúmenes diferenciados dentro de la parcela: dos bloques que dan fachada a cada una de las calles y un bloque en la zona central que une los otros dos. Un gran pasaje atraviesa la parcela de extremo a extremo conectando los dos accesos principales con el patio central a través de dos grandes zonas aporchadas desde donde se establece el acceso a cada uno de los edificios.
A pesar que la edificación se resuelve con tres volúmenes diferenciados parecía conveniente crear una cierta unidad formal, física y visual, que lograse aunar innovación a la vez que ponía en valor el pasado industrial del Poble Nou y el legado de la fábrica. Un gran zócalo de obra de fábrica recorre todo el perímetro, unificando los volúmenes en un único cuerpo programático y formal.
Sobre este zócalo se apoyan y elevan dos cajas de vidrio tamizadas con una doble piel de aluminio que evoca el entramado del tejido de fibras de yute. Esta dualidad entre el pasado industrial de las preexistencias y la vocación contemporánea de la nueva edificación se materializa en ese contraste formal entre el zócalo y las cajas sobre elevadas que establecen un nuevo diálogo formal.
Así como los bloques que dan a calle albergan espacios para grandes oficinas que pueden agruparse o subdividirse en función de las necesidades del arrendatario, el bloque central se configura como una adición de oficinas tipo dúplex que se abren al pasaje central apropiándoselo y evocando esos pequeños talleres industriales que salpicaban el tejido urbano del barrio y que dotaban sus calles de actividad.
La ubicación central y en medianera de los núcleos y la tipología estructural de forjados postesados en los bloques que dan a calle busca minimizar el número de pilares para conseguir una planta lo más diáfana y flexible posible y un mayor aprovechamiento de la superficie alquilable.
En el pasaje central una jardinera longitudinal que serpentea junto al muro medianero crea diferentes espacios de encuentro y descanso al mismo tiempo que genera una gran pantalla verde que separa el patio física y visualmente de las edificaciones vecinas.
La alta densidad del jardín y la variedad de especies, tanto en textura como en volumen y altura, convierten este juego de espacios vegetados a diferente nivel en lugares más saludables e inclusivos para los usuarios del edifico.